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POESÍAS COMPLETAS (1957 - 2000). Carlos Sahagún.


Poesías completas (1957 - 2000)

Carlos Sahagún

Editorial Renacimiento,

Sevilla, 2015

Carlos Sahagún (Onil, Alicante, 1938 - Valladolid, 2015) fue un poeta español perteneciente a la Generación del 50. En su trayectoria recibió varios premios como el Premio Nacional de Poesía (1980), Premio Adonáis (1957) o premio Boscán (1960).

Entre los escombros de la guerra, sus muertes y miserias, Sahagún encuentra pureza: el agua, un elemento muy presente en su libro Profecías del agua (1957) donde ésta es símbolo de vida y esperanza: Y bajaba domida el agua, dando / saltos de gozo, resbalando / su claridad entre las piedras, viendo / inéditas palomas, altos ángeles / casi de carne y hueso, con las alas abiertas.

La posguerra marca sus años de juventud: su generación es la esperanza y el futuro del país y sus años primeros están impregnados de tristeza y consecuencias de la guerra: rayos de sol manchando los cristales más puros.

Como es característico de la Generación del 50, a la que pertenece el poeta, tiene una sólida y profunda conciencia de lo que significa vivir, una acción para nada fácil de realizar. En "Agua subterránea" ahonda en el mañana, en el nuevo amanecer que se producirá tras la larga oscuridad de los años anteriores. Y como ese agua subterránea que lucha y tiembla por salir a la superficie, el poeta logra conmovernos.

En "Renuncio a morir" poema perteneciente a Como si hubiera muerto un niño (1958-1959) encontramos uno de los versos más hermosos referidos al amor: Era el otoño y la hoja de aquel árbol, / que era de oro de verdad, temblaba. Su forma de expresar el sentimiento amoroso es hondo, histórico, cotidiano y con una fuerza eterna.

La infancia es un tema importantísimo en la obra de Carlos Sahagún teniendo un sabor amargo, doloroso, con aroma de nostalgia por un tiempo mejor no vivido: Y desde qué tristeza hemos venido, / desde qué infancia que nos han quitado.

Con una tremenda consciencia sobre el pasado, Carlos Sahagún habla en voz alta y sin titubeos. Nos acerca las miserias de una guerra de una manera conmovedora, elegante, sin grandes floritunas. Palabras precisas y exactas. Su poesía no necesita de más ornamentos. Su voz y sus ojos hoy nos iluminan.

PRELUDIO

El tiempo hundió su arado entre la calcinada

tierra: donde hubo fuego y vida palpitante

hoy hay sólo cansancio, costumbre de mirar,

cercados por la muerte, la plaza sin fronteras.


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